Ya estamos en camino a Alemania.  El sueño tan esperado de los alumnos ¡al fin se hizo realidad! 

El trabajo duro de las familias y sus hijos, y la preparación junto a los profesores, rindió sus frutos y hoy día,  la despedida en el aeropuerto de Santiago fue alegre, llena de esperanzas y mucho, muchísimo de emoción.

Escribo desde el vuelo Santiago- Sao Paulo. Separados dentro del avión,  los escucho conversar, alegres y practicando sus idiomas con el resto de los pasajeros. Algunos ya tuvieron que abordar situaciones nuevas, una revisión en aduanas,  una demora sospechosamente inusual en Policía internacional o tener que averiguar por la pertinencia del tamaño de la maleta en cabina.  Enfrentarlas, de forma autónoma, son parte de los objetivos de este viaje: fomentar la independencia y fortalecer la autoestima de los alumnos.

Ya hemos puesto en práctica algunos acuerdos,  y ¡ha sido muy exitoso! A la orden de "mírense", cada uno verifica que un compañero,  previamente definido, esté presente! Es la señal que podemos seguir avanzando.  Además,  ya frente a nuestra puerta de embarque los niños pudieron ir a comer algo. La orden,  estar de vuelta a una hora establecida. En grupos,  se repartieron por la zona de embarque.  Todos llegaron a tiempo..  Es un buen comienzo,  organizados y cumpliendo acuerdos, tendremos un gran viaje 2024.

Queda todavía una parte importante del trayecto.  Una escala en San Pablo y luego Frankfurt, donde esperamos llegar mañana,  15 de junio a las 16:30 hora local, vale decir, a las 10:30 de Chile.

Desde el aeropuerto nos debemos mover, en tren, con tres transbordo incluidos, hasta Bad Honnef, cerca de Bonn, donde comienzan nuestras actividades.

No tengo internet disponible, de manera que este relato podrán verlo mañana, una vez que hayamos llegado al hotel. 

Ya les iré contando cómo nos va.

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