Bueno, como les había dicho, acabo de publicar lo escrito ayer, desde el avión. 

Ahora, les cuento nuestra gran aventura de hoy y de cómo nos recibió Alemania.

Cuando bajamos del avión, pensé que ya estábamos en la recta final. Pero, como los imprevistos nunca fallan, les cuento que recién, hace poco rato atrás, ¡a las 12 de la noche!, pudimos llegar al hotel.

Todo partió muy bien. Bajamos del avión, hicimos la aduana, muy rápido, a pesar de que la fila de espera fue bastante larga. El truco de  "vengo con 28 estudiantes chilenos" siempre resulta, y ante esa perspectiva, inmigración me pidió que los hiciera pasar a todos juntos... El timbraje de pasaportes fue rápido y, en minutos, todos entramos, sin problema,  a Alemania. 

De ahí, a recoger las maletas y caminar hasta el terminal de trenes en el mismo aeropuerto. Nuestro tren, que estaba programado para las 19:21, llegó a las 20:40. ¡Puntualidad alemana!, fue lo que más escuchamos decir a los alumnos, pero espera aparte, eso nos significó perder todas las conexiones planificadas para llegar a  Bad Honnef, donde está nuestro hotel… 

Esperamos, y esperamos, pero ¡no se equivoquen! ¡fuimos muy proactivos! Nos subimos a un tren y, cuando ya estábamos instalados, y aliviados,  llegó la orden ¡Bájense! éste no nos sirve! Las maletas,  rodaron por el andén, (¡por suerte casi todas tienen ruedas!) y los niños y profesores, alcanzamos a bajar antes de que partiera.  Conclusión: nadie sabe del movimiento de trenes en Alemania! Es una manera de decir que mientras algunos ciudadanos alemanes decían, súbanse, que llegarán pronto, el resto de las personas, nuestro instinto y la astucia de la Tochi, que a última hora quiso asegurarse, nos salvó de un viaje aún más largo....

Finalmente llegó el esperado tren pero, sin internet, no podíamos buscar la conexión adecuada. Nuevamente, los dueños de casa no fueron un gran aporte. Recurrimos a  Luisita en Chile, quien hizo lo posible por ayudarnos. Finalmente, al menos así lo pensábamos, logramos subir a un tranvía que nos traería directo al hotel.. pero, nuevamente, los imprevistos… un accidente en la ruta, fue razón suficiente para que se detuviera  y ¡nos dejara botados a mitad de camino! La solución; caminen hasta la próxima estación… Maletas en mano, y llenos de entusiasmo, comenzó la caminata. Preguntamos cientos de veces, pero nadie sabía exactamente qué decirnos. Después de 15 minutos, vimos los vidrios del accidente..  la duda, ¡eso es un accidente para detener un tren? Sin respuesta, llegamos a la estación. 

El letrero nos decía que íbamos en la ruta correcta, pero igual nos subimos a uno equivocado y no al que venía directo para acá! ¡Debimos hacerle caso a Emilio!. Nuevamente, adivinen, ¡bajarse del tren! … Rápido, somos 30 y eso, además de mucha gente, es muchas maletas…. Acostumbrados ya,  esperamos al próximo, y esta vez, si le acertamos.

Pero no todo es malo. Debo decir que este úlltimo tramo fue el primer acercamiento de un grupo de alumnos con la juventud alemana. Conversaron (en alemán, por supuesto) y hasta hicieron cantar a un joven y entusiasta viajero. Signo de los tiempos: ¡ya son amigos en Instagram!

Lucas fue el encargado de traernos caminando al hotel. Con un gran sentido de orientación lideró al grupo y, bueno, acá estamos, ya instalados, algunos con hambre, pero sin posibilidad de comer ya que a esta hora está todo cerrado. O al menos, eso nos dijeron en la recepción del hotel y yo les creí.... hace algunos minutos, descubrieron que hay un Mc Donald´s abierto (bendita tecnología) y partierion, junto a Alejandro, a comer algo. 

Fue nuestro primer día y hay muchas cosas que destacar. Los alumnos han estado a la altura de todas las situaciones, actuando con responsabilidad, generosidad y sobre todo, con mucha alegría. Con  Alejandro los felicitamos y les agradecimos su buena disposición.

Como ven, la aventura comenzó en grande, lo que nos da esperanza de que éste, será un viaje inolvidable para todos nosotros!

Mañana, recorreremos Bad Honnef e iremos a Bonn. De seguro, nos esperan nuevas experiencia y lugeres interesantes para conocer, pero por sobre todo, un nuevo día para crecer y agardecer por todo lo que estamos viviendo en este viaje.

Bis morgen!